domingo, 9 de diciembre de 2012

Ayudate para variar


Si antepones tus necesidades y muchas otras cosas, todo y que sean justificadas, razonadas y inconscientes, es difícil conseguir cambios positivos en otra persona.

Los educadores primero necesitan ser educados, -en el sentido ético del deber-, han de saber aquello que le pasarán a sus clientes, -sino es así ninguno confiará en ellos-.

El camino de la relación de ayuda es haber reconocido otro camino, llamemos-le intuición., pero esto no se habla sólo se reconoce, se pone de manifiesto con una actitud que la otra persona percibe, no a través de razonar sino en otros niveles energéticos.

Es muy importante que cuando una persona se pone delante nuestro seamos honestos con ella. No mentir, trabajar con lo que hay. No negar un problema cuando sabemos que el problema es no aceptar la realidad, lo extraordinario es poder vivir lo cotidiano.

El trabajo del educador social en la relación de ayuda es despertar el ser humano, sacudir la falsa comodidad interna, el control, la resignación al no-riesgo.

El educador ha de tener fe en qué, sea lo que sea, no pasa nada, no hay tragedia. El error de los educadores es creer que somos portadores de la verdad y de la salud.

 El descontrol simplemente expresa aquello que todo el mundo siente, es darse permiso para expresar aquello que todo el mundo piensa. Simplemente hace falta decir que llevamos dentro, y que da miedo porque nosotros lo abrimos. [...] El proceso de auto-observación, es una tarea costosa, dolorosa, que requiero esfuerzo, pero creo que es la manera de poder realizar un trabajo educativo, es la manera de establecer una relación de ayuda, donde el centro sea la persona que pide ayuda y que tenga enfrente una persona centrada que haya conocido los mismos procesos, miedos y resistencias, para los cuales habrá de pasar su situación.

Si no nos permiten vivir estos procesos las personas que vienen a pedirnos ayuda, sean niños, adolescentes o adultos, nunca podrán tener un proceso de adulto, -como decía Faustine Guerau en una de las definiciones operativas de educación-, ya que siempre se quedaran, nos quedaremos, enganchados en múltiples vínculos afectivos donde las personas con las cuales trabajamos nos atrapan por no realizar su proceso, ya que nosotros como educadores y como personas tampoco lo hemos realizado y de esta manera la relación educativa se convierte en una lucha de poderes en juegos de seducción, en juegos neuróticos, etc., que impiden que la relación educativa sea fructífera y tenga la dirección adecuada para cumplir los objetivos.

"Comprendí que expresarse emocionalmente no era tan peligroso como creía, que ya no me podía perder más estas bondades de la vida. Y decidí hacerlo. Eso, por ser sincero, no ha estado nada fácil para mí. Pero continuo intentándolo y asumiéndolo aunque me siga costando mucho trabajo"

Oskar Ekai Pagoto

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